Las crisis parecen haberse convertido en recurrentes en los últimos años, especialmente desde la pandemia de la Covid-19, y existe un concepto que puede resultar útil para definir los tiempos presentes: Permacrisis. En este momento de crisis global las personas se replantean sus prioridades, también en el ámbito laboral, y hay que añadirle las nuevas que plantea la incorporación en el mercado laboral de la Generación Z o Zoomers, las personas nacidas entre 1995 y 2010. En dicho entorno, las empresas deben pasar a la acción para adaptarse.

La seguridad psicológica es la ausencia de miedo interpersonal. Significa sentirse seguro para asumir riesgos, para hablar claro, para discrepar abiertamente, para sacar a la luz preocupaciones sin miedo por las posibles repercusiones negativas que tenga hacerlo o por la presión que se ejerce para endulzar las malas noticias.

¿Sabes lo que cobran tus compañeros de trabajo o es un tabú por el que mejor no preguntar? La transparencia retributiva es la práctica de mostrar abiertamente la información salarial a las personas empleadas de la empresa y a las candidatas que aspiran a trabajar en ella.

La gestión del capital humano de las empresas cuenta con nuevos aliados para tomar las decisiones más acertadas. Entre estos soportes, sobresale el software de análisis predictivo en Recursos Humanos. Este avance tecnológico está ganando aún más protagonismo con el despliegue fulgurante de la inteligencia artificial, y puede ser de gran ayuda desde el proceso de contratación hasta la gestión diaria de las personas trabajadoras o la retención del talento.

Experimentar un trastorno músculoesquelético (TME) significa tener una de las enfermedades de origen laboral que resultan más habituales. Los TME afectan a millones de personas en todo el mundo, con los países más ricos a la cabeza, y suponen un coste de miles de millones de euros para las empresas. De ahí que abordarlos ayuda a mejorar la vida de las y los trabajadores y al mismo tiempo redunda en beneficio de las organizaciones.