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"Hay que crear empleo, aunque sea temporal"

Entrevista de La Vanguardia a Rodrigo Martín, Presidente de Randstad España: "Los servicios públicos de empleo no llegan a todo, no tienen 300 agencias en España como nosotros. ¿Por qué no usan nuestra capacidad para dinamizar el mercado?"

Desde enero, Rodrigo Martín es presidente  en España de la firma de recursos humanos Randstad. En el segundo trimestre, la empresa facturó un 5% más que el año pasado, pero Martín cree que la situación del mercado laboral tras el verano dependerá del panorama político.

¿Qué papel desempeña el trabajo temporal en época de crisis?

La prioridad debe ser generar empleo. Es más deseable el indefinido, pero está probado que en los países con mayor cuota de penetración de las ETT hay menos paro y temporalidad. España, con un 21% de paro, sigue centrada en combatir la temporalidad y no en generar empleo. No se debe usar la temporalidad para cubrir empleo indefinido pero tampoco obligar a la empresa a cubrir actividades temporales con empleo indefinido.

¿Qué balance provisional hacen de esta campaña estival?

Se ha notado un aumento importante de contratos en zonas turísticas como Levante, Baleares y Canarias. En Catalunya, el turismo ha creado ocupación en hostelería pero también en ámbitos como logística o aeropuertos, y van al alza todos los sectores que exportan, incluso la automoción. Química, metal, energía o tecnologías de la información van en aumento mientras que servicios como los financieros pasan dificultades.

¿Qué pasará después de verano?

Habrá que ver cómo reaccionan las empresas: va a influir mucho lo que pase después de las elecciones y si se van a impulsar reformas que dinamicen a las empresas. La incertidumbre que vivimos está cambiando nuestra manera de trabajar.

¿En qué sentido?

Muchos creen que con un 21% de paro es sencillo afrontar un proceso de selección ya que hay mucha gente disponible. Al contrario: cuando publicamos una oferta acude muchísima gente que no responde al perfil y debemos invertir tiempo en el descarte. Las empresas tienen menos capacidad para planificar sus necesidades de personal y tenemos que trabajar más rápido.

¿Se nota la reforma laboral?

Abrió puertas que llevaban décadas cerradas, pero el desarrollo reglamentario posterior no aporta grandes herramientas. Por ejemplo, se dijo que abría a las empresas de trabajo temporal la entrada al sector público: el 1 de abril esto debía estar reglamentado y no ha sido así, aunque hay una directiva europea que cumplir este año. Somos uno de los pocos países donde las empresas de trabajo temporal (ETT) no pueden hacer contratos temporales para la Administración; como resultado, cuando esta tiene necesidades puntuales se ve obligada a convocar plazas nuevas innecesarias o a externalizar servicios.

La reforma también planteaba impulsar agencias privadas de colocación que colaboren con los servicios públicos de empleo para formar y orientar a los parados...

Para esto se cumplió el plazo, pero no nos gusta la regulación que han hecho, que nos impide utilizar nuestra división de ETT para insertar a los parados. Los servicios públicos de empleo no llegan a todo, no tienen 300 agencias en España como nosotros. ¿Por qué no usan nuestra capacidad para dinamizar el mercado?

La Unión Europea estudia fomentar la competencia entre los servicios públicos y privados de empleo condicionando la financiación estatal de estos servicios según los resultados de colocación que consigan.

En cualquier actividad se debe primar por resultados. En España una de cada cuatro prestaciones por desempleo son fraudulentas: yo soy un gran defensor del Estado de bienestar pero debemos incentivar métodos que animen a la gente a encontrar trabajo y no a buscar subsidio.


Convenios "del siglo XIX"

Rodrigo Martín, presidente de Randstad España, valora negativamente la reciente reforma de la negociación colectiva. "El primer error es la vía por la que se ha aprobado (real decreto, ante la falta de consenso), y el segundo es que deja a las empresas y a los trabajadores en una situación de inseguridad jurídica, ya que todos sabemos que va a sufrir modificaciones sustanciales en su vía parlamentaria", advierte. Además, Martín considera que esta ley "no resuelve los principales problemas de la negociación colectiva, y uno de ellos es que tenemos unos 6.000 convenios colectivos en España: a Catalunya le afectan más de 2.000, y eso es una barbaridad que no ocurre en ningún otro país". En su opinión, una reforma realmente "valiente" consistiría en fijar las condiciones laborales según el puesto que desarrolle cada trabajador, y no según el sector o área geográfica. Es decir, potenciar convenios funcionales. "Los convenios colectivos sectoriales o geográficos vienen de las asociaciones gremiales del siglo XIX, cuando había alfareros o zapateros que sólo se dedicaban a una cosa -explica el presidente de Randstad España-.Pero ahora, por ejemplo, en cualquier empresa hay un departamento de administración cuyo personal hace un trabajo muy similar a los administrativos de una empresa del textil o del metal y, sin embargo, las diferencias salariales pueden ser de hasta un 30% según en qué sector estén".

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Núria Peláez (La Vanguardia)

Núria Peláez (La Vanguardia)

Entrevista de La Vanguardia a Rodrigo Martín, Presidente de Randstad España: "Los servicios públicos de empleo no llegan a todo, no tienen 300 agencias en España como nosotros. ¿Por qué no usan nuestra capacidad para dinamizar el mercado?"

Desde enero, Rodrigo Martín es presidente  en España de la firma de recursos humanos Randstad. En el segundo trimestre, la empresa facturó un 5% más que el año pasado, pero Martín cree que la situación del mercado laboral tras el verano dependerá del panorama político.

¿Qué papel desempeña el trabajo temporal en época de crisis?

La prioridad debe ser generar empleo. Es más deseable el indefinido, pero está probado que en los países con mayor cuota de penetración de las ETT hay menos paro y temporalidad. España, con un 21% de paro, sigue centrada en combatir la temporalidad y no en generar empleo. No se debe usar la temporalidad para cubrir empleo indefinido pero tampoco obligar a la empresa a cubrir actividades temporales con empleo indefinido.

¿Qué balance provisional hacen de esta campaña estival?

Se ha notado un aumento importante de contratos en zonas turísticas como Levante, Baleares y Canarias. En Catalunya, el turismo ha creado ocupación en hostelería pero también en ámbitos como logística o aeropuertos, y van al alza todos los sectores que exportan, incluso la automoción. Química, metal, energía o tecnologías de la información van en aumento mientras que servicios como los financieros pasan dificultades.

¿Qué pasará después de verano?

Habrá que ver cómo reaccionan las empresas: va a influir mucho lo que pase después de las elecciones y si se van a impulsar reformas que dinamicen a las empresas. La incertidumbre que vivimos está cambiando nuestra manera de trabajar.

¿En qué sentido?

Muchos creen que con un 21% de paro es sencillo afrontar un proceso de selección ya que hay mucha gente disponible. Al contrario: cuando publicamos una oferta acude muchísima gente que no responde al perfil y debemos invertir tiempo en el descarte. Las empresas tienen menos capacidad para planificar sus necesidades de personal y tenemos que trabajar más rápido.

¿Se nota la reforma laboral?

Abrió puertas que llevaban décadas cerradas, pero el desarrollo reglamentario posterior no aporta grandes herramientas. Por ejemplo, se dijo que abría a las empresas de trabajo temporal la entrada al sector público: el 1 de abril esto debía estar reglamentado y no ha sido así, aunque hay una directiva europea que cumplir este año. Somos uno de los pocos países donde las empresas de trabajo temporal (ETT) no pueden hacer contratos temporales para la Administración; como resultado, cuando esta tiene necesidades puntuales se ve obligada a convocar plazas nuevas innecesarias o a externalizar servicios.

La reforma también planteaba impulsar agencias privadas de colocación que colaboren con los servicios públicos de empleo para formar y orientar a los parados...

Para esto se cumplió el plazo, pero no nos gusta la regulación que han hecho, que nos impide utilizar nuestra división de ETT para insertar a los parados. Los servicios públicos de empleo no llegan a todo, no tienen 300 agencias en España como nosotros. ¿Por qué no usan nuestra capacidad para dinamizar el mercado?

La Unión Europea estudia fomentar la competencia entre los servicios públicos y privados de empleo condicionando la financiación estatal de estos servicios según los resultados de colocación que consigan.

En cualquier actividad se debe primar por resultados. En España una de cada cuatro prestaciones por desempleo son fraudulentas: yo soy un gran defensor del Estado de bienestar pero debemos incentivar métodos que animen a la gente a encontrar trabajo y no a buscar subsidio.


Convenios "del siglo XIX"

Rodrigo Martín, presidente de Randstad España, valora negativamente la reciente reforma de la negociación colectiva. "El primer error es la vía por la que se ha aprobado (real decreto, ante la falta de consenso), y el segundo es que deja a las empresas y a los trabajadores en una situación de inseguridad jurídica, ya que todos sabemos que va a sufrir modificaciones sustanciales en su vía parlamentaria", advierte. Además, Martín considera que esta ley "no resuelve los principales problemas de la negociación colectiva, y uno de ellos es que tenemos unos 6.000 convenios colectivos en España: a Catalunya le afectan más de 2.000, y eso es una barbaridad que no ocurre en ningún otro país". En su opinión, una reforma realmente "valiente" consistiría en fijar las condiciones laborales según el puesto que desarrolle cada trabajador, y no según el sector o área geográfica. Es decir, potenciar convenios funcionales. "Los convenios colectivos sectoriales o geográficos vienen de las asociaciones gremiales del siglo XIX, cuando había alfareros o zapateros que sólo se dedicaban a una cosa -explica el presidente de Randstad España-.Pero ahora, por ejemplo, en cualquier empresa hay un departamento de administración cuyo personal hace un trabajo muy similar a los administrativos de una empresa del textil o del metal y, sin embargo, las diferencias salariales pueden ser de hasta un 30% según en qué sector estén".

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