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Teambuilding: Hats off to de Bono [Formación de equipos: ¿están pasados de moda los sombreros de de Bono?]

A pesar de haber sido ampliamente reconocido durante los 80, el “Método de los Seis Sombreros para Pensar” de Edward de Bono parece haberse quedado anticuado. Pero algunos formadores siguen convencidos de que su relevancia permanece hoy en día.

Su uso quizás está un poco limitado actualmente, pero el nombre que Edward de Bono eligió para su método de fomento del teambuilding no se puede olvidar fácilmente. Llamado “Seis Sombreros para Pensar”, suena más como un juego de salón que como un planteamiento radical para la formación.

Consiste en una serie de sombreros que están codificados por colores donde cada uno representa una aproximación distinta al pensamiento. El sombrero blanco abarca la información sabida o que se precisa sobre un problema; el rojo significa sentimientos, impresiones e intuiciones; el negro las dificultades potenciales; el amarillo los beneficios potenciales; el verde la creatividad; y el azul los objetivos establecidos. Cada miembro del equipo separa su pensamiento sobre un asunto o problema en diferentes sombreros para pensar.

De Bono creó el método tras llegar a la conclusión de que existen seis maneras de pensar asociadas a la resolución de problemas.

Simplicidad

Richard Owers, consultor de formación en MaST, explica: “Es algo muy simplificador y eso ya es media batalla ganada en formación: coger una idea compleja y hacerla simple.”

Dice que una buena prueba de ello es que la idea se ha extendido a lugares donde el inglés ni tan siquiera es la segunda lengua de los formadores que la utilizan.

David Pardey, Responsable de Investigación en el Institute of Leadership and Management (ILM), está de acuerdo. “Fomenta que las personas reconozcan que su estado cognitivo en cada momento determina su forma de aproximarse a los problemas. Lleva a las personas a pensar: ‘¿qué provoca que trate de resolver un problema de un modo determinado? y ¿hay alguna manera mejor de hacerlo?’”

De Bono, especialista en pensamiento creativo, expuso que este método tiene el potencial para aprovechar mejor el conocimiento colectivo y las ideas de un equipo, que tener a sus miembros enfrentados unos con otros. Esto significa que cada persona piensa constructivamente y en paralelo con sus compañeros, lo que a su vez elimina los egos y acorta las reuniones.

Pero parece que tras lograr un amplio reconocimento hace veinte años, el método está pasando de moda.

Pardey lo explica: “algunos planteamientos tienden a ser reemplazados, no necesariamente porque sean malos o equivocados o porque llegue uno nuevo que sea significativamente mejor. Las personas que hacen una formación necesitan hacer cosas nuevas, en parte porque si hacen siempre lo mismo se pueden volver muy monótonos.”

Sin embargo, Indigo Business Services, el distribuidor en Reino Unido de los métodos de de Bono, afirman que los Seis Sombreros se sigue utilizando en organizaciones importantes como el Instituto Británico o la Oficina Nacional de Auditoría. Dicha empresa distribuidora organiza este mes una serie de workshops de formación basados en los Seis Sombreros. Tendrán lugar en Bristol, Leeds, Glasgow y Londres por un precio de asistencia de 475 libras cada taller.

Relevancia

Chuck Dymer, un consultor de Indigo que ha estado impartiendo el método durante 20 años, defiende apasionadamente su relevancia actual. “Nos encontramos en un momento en el cual es muy importante que las personas se replanteen la manera de hacer los negocios. Hay mucha inestabilidad y, para sobrevivir, necesitamos pensar en nuevas maneras de hacer las cosas.”

Una razón para este entusiasmo es la creencia de que el método funciona mejor ahora que cuando fue creado. “Cuando empecé con el Seis Sombreros, era sólo un workshop. La gente acudía y se formaba pero era difícil que luego formaran a otras personas en sus propias organizaciones. Hemos ido perfeccionando la adaptación del método a la cultura corporativa para hacerlo funcionar. Podemos dar a las personas que asisten a nuestros talleres el conjunto de herramientas para extender el concepto dentro de sus propias organizaciones”, explica Dymer.

Pardey se cuestiona si el método es más una aproximación a la resolución de problemas en grupo que no un acicate el teambuilding. “Creo que la principal fortaleza de los Seis Sombreros radica precisamente en ello: contribuye a trabajar como un equipo para resolver algo, pero el trabajo en equipo en sí resulta un proceso mucho mayor y más complejo.”

Dymer está de acuerdo: “Es análogo a cualquier juego. Operar fuera de las reglas no hace necesariamente que la gente se cohesione, pero mientras utilizan el método de los Seis Sombreros trabajan como un equipo”, opina.

Estudio de caso: Instituto Británico

Como consultora interna para el British Council (‘Instituto Británico’) especializada en innovación, Wendy Jordan presentó el método Seis Sombreros hace un año. “Estaba buscando maneras de hacer más efectivas las reuniones y, habiéndome interesado desde siempre por al trabajo de Edward de Bono, pensé que sería algo interesante a iniciar.”

Ella explica que estaba más preocupada por los antecedentes del método que no por su popularidad actual. “Quería encontrar algo sólido y que toda la psicología detrás de ello funcionara; que hubiera sido probado anteriormente.”

Jordan cree que el principal beneficio ha sido la manera en la cual se ha motivado a las personas para pensar en paralelo las unas con las otras al mismo tiempo. “Consigues las ideas que necesitas en una reunión en el momento adecuado más que desplegándolo de un modo lineal y siguiendo una agenda tradicional.”

El feedback positivo de las personas que utilizan el método ha desembocado en que cinco departamentos inicien sus propios programas de formación sin ninguna incitación por parte de Jordan. Unas 300 personas han sido formadas o se les ha presentado el método.

“El Instituto emplea a 7.500 personas alrededor del mundo por lo que hablamos de una porción pequeña del total. Pero se va extendiendo dentro de la organización y las personas que lo han utilizado son muy positivas en sus opiniones al respecto.”

Acceso a la noticia: http://www.personneltoday.com/articles/2008/10/17/47772/teambuilding-hats-off-to-de-bono.html

* Sheppard, Guy. “Teambuilding: Hats off to de Bono”. Personneltoday.com, 21/10/2008. (Artículo consultado on line: 23/10/2008)

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A pesar de haber sido ampliamente reconocido durante los 80, el “Método de los Seis Sombreros para Pensar” de Edward de Bono parece haberse quedado anticuado. Pero algunos formadores siguen convencidos de que su relevancia permanece hoy en día.

Su uso quizás está un poco limitado actualmente, pero el nombre que Edward de Bono eligió para su método de fomento del teambuilding no se puede olvidar fácilmente. Llamado “Seis Sombreros para Pensar”, suena más como un juego de salón que como un planteamiento radical para la formación.

Consiste en una serie de sombreros que están codificados por colores donde cada uno representa una aproximación distinta al pensamiento. El sombrero blanco abarca la información sabida o que se precisa sobre un problema; el rojo significa sentimientos, impresiones e intuiciones; el negro las dificultades potenciales; el amarillo los beneficios potenciales; el verde la creatividad; y el azul los objetivos establecidos. Cada miembro del equipo separa su pensamiento sobre un asunto o problema en diferentes sombreros para pensar.

De Bono creó el método tras llegar a la conclusión de que existen seis maneras de pensar asociadas a la resolución de problemas.

Simplicidad

Richard Owers, consultor de formación en MaST, explica: “Es algo muy simplificador y eso ya es media batalla ganada en formación: coger una idea compleja y hacerla simple.”

Dice que una buena prueba de ello es que la idea se ha extendido a lugares donde el inglés ni tan siquiera es la segunda lengua de los formadores que la utilizan.

David Pardey, Responsable de Investigación en el Institute of Leadership and Management (ILM), está de acuerdo. “Fomenta que las personas reconozcan que su estado cognitivo en cada momento determina su forma de aproximarse a los problemas. Lleva a las personas a pensar: ‘¿qué provoca que trate de resolver un problema de un modo determinado? y ¿hay alguna manera mejor de hacerlo?’”

De Bono, especialista en pensamiento creativo, expuso que este método tiene el potencial para aprovechar mejor el conocimiento colectivo y las ideas de un equipo, que tener a sus miembros enfrentados unos con otros. Esto significa que cada persona piensa constructivamente y en paralelo con sus compañeros, lo que a su vez elimina los egos y acorta las reuniones.

Pero parece que tras lograr un amplio reconocimento hace veinte años, el método está pasando de moda.

Pardey lo explica: “algunos planteamientos tienden a ser reemplazados, no necesariamente porque sean malos o equivocados o porque llegue uno nuevo que sea significativamente mejor. Las personas que hacen una formación necesitan hacer cosas nuevas, en parte porque si hacen siempre lo mismo se pueden volver muy monótonos.”

Sin embargo, Indigo Business Services, el distribuidor en Reino Unido de los métodos de de Bono, afirman que los Seis Sombreros se sigue utilizando en organizaciones importantes como el Instituto Británico o la Oficina Nacional de Auditoría. Dicha empresa distribuidora organiza este mes una serie de workshops de formación basados en los Seis Sombreros. Tendrán lugar en Bristol, Leeds, Glasgow y Londres por un precio de asistencia de 475 libras cada taller.

Relevancia

Chuck Dymer, un consultor de Indigo que ha estado impartiendo el método durante 20 años, defiende apasionadamente su relevancia actual. “Nos encontramos en un momento en el cual es muy importante que las personas se replanteen la manera de hacer los negocios. Hay mucha inestabilidad y, para sobrevivir, necesitamos pensar en nuevas maneras de hacer las cosas.”

Una razón para este entusiasmo es la creencia de que el método funciona mejor ahora que cuando fue creado. “Cuando empecé con el Seis Sombreros, era sólo un workshop. La gente acudía y se formaba pero era difícil que luego formaran a otras personas en sus propias organizaciones. Hemos ido perfeccionando la adaptación del método a la cultura corporativa para hacerlo funcionar. Podemos dar a las personas que asisten a nuestros talleres el conjunto de herramientas para extender el concepto dentro de sus propias organizaciones”, explica Dymer.

Pardey se cuestiona si el método es más una aproximación a la resolución de problemas en grupo que no un acicate el teambuilding. “Creo que la principal fortaleza de los Seis Sombreros radica precisamente en ello: contribuye a trabajar como un equipo para resolver algo, pero el trabajo en equipo en sí resulta un proceso mucho mayor y más complejo.”

Dymer está de acuerdo: “Es análogo a cualquier juego. Operar fuera de las reglas no hace necesariamente que la gente se cohesione, pero mientras utilizan el método de los Seis Sombreros trabajan como un equipo”, opina.

Estudio de caso: Instituto Británico

Como consultora interna para el British Council (‘Instituto Británico’) especializada en innovación, Wendy Jordan presentó el método Seis Sombreros hace un año. “Estaba buscando maneras de hacer más efectivas las reuniones y, habiéndome interesado desde siempre por al trabajo de Edward de Bono, pensé que sería algo interesante a iniciar.”

Ella explica que estaba más preocupada por los antecedentes del método que no por su popularidad actual. “Quería encontrar algo sólido y que toda la psicología detrás de ello funcionara; que hubiera sido probado anteriormente.”

Jordan cree que el principal beneficio ha sido la manera en la cual se ha motivado a las personas para pensar en paralelo las unas con las otras al mismo tiempo. “Consigues las ideas que necesitas en una reunión en el momento adecuado más que desplegándolo de un modo lineal y siguiendo una agenda tradicional.”

El feedback positivo de las personas que utilizan el método ha desembocado en que cinco departamentos inicien sus propios programas de formación sin ninguna incitación por parte de Jordan. Unas 300 personas han sido formadas o se les ha presentado el método.

“El Instituto emplea a 7.500 personas alrededor del mundo por lo que hablamos de una porción pequeña del total. Pero se va extendiendo dentro de la organización y las personas que lo han utilizado son muy positivas en sus opiniones al respecto.”

Acceso a la noticia: http://www.personneltoday.com/articles/2008/10/17/47772/teambuilding-hats-off-to-de-bono.html

* Sheppard, Guy. “Teambuilding: Hats off to de Bono”. Personneltoday.com, 21/10/2008. (Artículo consultado on line: 23/10/2008)

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