Mindfulness en las empresas, ¿para qué?
Parecía una moda -algo efímero por definición- y se comentaba en los foros profesionales como una actividad que, per se, calificaba a una empresa como vanguardista y orientada a las personas. Pero la práctica del mindfulness, la meditación, el yoga o la relajación han saltado ya desde el ámbito privado y personal al organizativo (¡no pocos profesionales y directivos/as lo practicaban en su esfera privada!). Ahora, la realidad se impone, las mejores compañías han tomado la iniciativa con acciones para potenciar el equilibrio cuerpo-mente de sus empleados.
Estas compañías no solo acentúan la experiencia -positiva- del empleado, sino que refuerzan intrínsecamente su capital atractivo, porque los beneficios de estas prácticas impactan claramente en el desarrollo del talento y en una cultura de empresa más innovadora y participativa.
Quizá los más escépticos objetarán que parece una panacea, que son demasiados beneficios, y por eso, volvemos los ojos a la ciencia y, ¿qué nos dice al respecto? Pues nos dice que desde 2001 se sabe, gracias al neurocientífico Richard Davidson, que la actividad de la corteza prefrontal izquierda, asociada con estados superiores de crecimiento personal, significado y propósito, muestra niveles
extraordinariamente altos en las personas que practican mindfulness de forma regular. Y la literatura de investigación lo corrobora: al practicar regularmente mindfulness se producen cambios significativos en el cerebro y, como consecuencia, mayor flexibilidad cognitiva, creatividad e innovación, mejora la atención y la resolución de problemas de memoria.
Publicado en el número 129 de la revista, de diciembre de 2017.
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Más de 200 profesionales aprenden las claves del Mindfulness en ZaragozaAdjunto/s asociado/s: Mindfulness en las empresas, ¿para qué?
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