Skip to main content

Zoomers, zeros and Gen Z [Zoomers, ceros y Generación Z]

La pandemia del coronavirus ha tenido importantes efectos para el conjunto de la economía y del mercado laboral. Según The Economist, ha golpeado con más fuerza a determinados perfiles de profesionales, siendo las personas que ya percibían salarios bajos antes de la crisis y los jóvenes los que saldrán más perjudicados, tanto a medio como a largo plazo.

Los países están comenzando a emerger tras el cierre económico. Mientras lo hacen, las estadísticas muestran cómo diferentes segmentos de la población se han visto afectados por la pandemia. Y la evidencia es clara sobre que el virus ha ampliado las diferencias ya existentes entre profesionales especializados, trabajadores con salarios bajos y jóvenes.

Comienzo con los más afortunados. Muchos profesionales pueden trabajar fácilmente en casa, reemplazando reuniones individuales por llamadas telefónicas y reuniones grupales por reuniones con Zoom o Hangouts de Google. Estos "Zoomers" están percibiendo mayoritariamente el salario completo por su trabajo y actualmente se están ahorrando el viaje diario. Para ellos, el cierre por la pandemia puede ser un inconveniente (especialmente si tienen hijos), pero no supone una amenaza para su nivel de vida.

Para muchos otros, sin embargo, la pandemia es una seria amenaza. Algunos son trabajadores esenciales, tienen que asistir a sus trabajos y se encuentran en una situación de mayor riesgo por el virus. Otros no pueden trabajar desde casa y han perdido sus empleos o han visto como sus ingresos eran recortados (a pesar de las ayudas contempladas en los planes gubernamentales). Muchos en este grupo ya estaban en una posición más débil que los Zoomers, puesto que realizaban desde antes trabajos con salarios más bajos o con menos seguridad.

Algunas personas en este grupo menos afortunado pueden ser llamadas los "ceros". En Gran Bretaña, casi tres cuartas partes de los que ahora tienen contratos de cero horas son trabajadores esenciales o trabajan en sectores que han tenido que parar, explica Resolution Foundation, un grupo de expertos.

Otra pista sobre el prejuicio que ha podido causar en aquellos que tienen salarios bajos, viene de las últimas cifras de nóminas estadounidenses no agrícolas. Los ingresos medios por hora aumentaron un 4,7% en abril, la mayor ganancia mensual registrada. Parece una buena noticia, pero no lo es. Es el resultado de la pérdida de empleo por parte de trabajadores con salarios bajos en sectores como la hostelería. Se puede observar la misma tendencia en Gran Bretaña, donde el salario medio en aquellos sectores que han tenido que parar es menos de la mitad del que perciben los que trabajan en casa, según la propia Resolution Foundation.

Las tasas de mortalidad hacen que las noticias sean aún más desalentadoras. Los peor pagados (y las minorías étnicas) son los que más han sufrido. Las cifras de la Office for National Statistics de Gran Bretaña muestran que las tasas de mortalidad de los guardias de seguridad, los trabajadores dedicados a los cuidados y los conductores de autobuses han sido mucho más altas que la media, mientras que aquellos con "ocupaciones profesionales" han tenido tasas de mortalidad muy por debajo de la media.

Se puede observar otra gran división entre los que ya están bien asentados en el mercado laboral y la Generación Z -los nacidos a finales de la década de 1990 y principios de la década de 2000, que ahora están llegando a la mayoría de edad-. Estos últimos están entrando en un mercado laboral extremadamente hostil para sus expectativas. Según el Institute for Fiscal Studies, otro grupo de expertos, alrededor del 30% de los empleados británicos menores de 25 años trabajaban en uno de los sectores que han tenido que parar su actividad, en comparación con el 13% de los mayores de 25 años.

Aquellos que se encuentran en la etapa de formación universitaria también se ven gravemente afectados. Para empezar, es más difícil conseguir experiencia laboral. En Estados Unidos, el 22% de las empresas han cancelado las ofertas de prácticas, según la National Association of Colleges and Employers. Durante la primera semana de mayo, se publicaron poco menos de 2.500 prácticas en Monster.com, una página web de selección, en comparación con las más de 18.000 ofertas publicadas durante la misma semana del año pasado. Muchas de las prácticas que se publicaron tenían que ver con roles que podían ser desarrollados en remoto. En Gran Bretaña, las empresas han reducido los empleos de nivel básico en un 23%, afirma el Institute of Student Employers, una asociación de reclutadores.

El impacto de la pandemia a corto plazo dejará cicatrices a largo plazo. La Resolution Foundation estima que debido a la pandemia aquellos que terminen su formación este año tendrán menos probabilidades de tener trabajo durante un período de tres años. La probabilidad de tener un empleo disminuiría en un 13% en el caso de los graduados y en un 37% entre aquellos que tengan menos cualificación.

El efecto podría durar hasta la década de 2030. Un estudio sobre el efecto que tienen las recesiones para los trabajadores más jóvenes, realizado por Bart Cockx de la Universidad de Gante en Bélgica, descubrió que los grupos que ingresan al mercado laboral durante una recesión tardan unos diez años en ponerse al día con los grupos que lo hicieron en épocas mejores.

Al menos los jóvenes son mucho menos propensos a sufrir síntomas graves del virus que las generaciones más mayores. Sin embargo, el golpe económico llega en un momento en el que muchos ya se preocupaban por la carga de la deuda estudiantil y por la falta de empleos bien remunerados: una encuesta realizada el año pasado por Deloitte encontró que un tercio de las personas de la Generación Z que planeaban cambiar de trabajo consideraban que no había suficientes oportunidades para avanzar en sus carreras.

Que los mal pagados y los jóvenes son los más afectados económicamente por la pandemia es un oscuro eco de un pasaje de la Biblia del rey Jacobo: " Más al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado ". Las consecuencias sociales y políticas pueden ser enormes.

 

"Zoomers, zeros and Gen Z". The Economist, 23/05/2020 (Artículo consultado online el 10/06/2020).

Acceso a la noticia: https://www.economist.com/business/2020/05/23/zoomers-zeros-and-gen-z

 

 

Articles relacionats / Artículos relacionados

Dónde trabajarán los graduados cuando la crisis se complique
El difícil salto de las prácticas al empleo por culpa del covid
Por qué los 'Z' revolucionarán el modelo de trabajo

Resum fet per Núria Hernández Fontanet (factorhuma.org)

Resum fet per Núria Hernández Fontanet (factorhuma.org)

La pandemia del coronavirus ha tenido importantes efectos para el conjunto de la economía y del mercado laboral. Según The Economist, ha golpeado con más fuerza a determinados perfiles de profesionales, siendo las personas que ya percibían salarios bajos antes de la crisis y los jóvenes los que saldrán más perjudicados, tanto a medio como a largo plazo.

Los países están comenzando a emerger tras el cierre económico. Mientras lo hacen, las estadísticas muestran cómo diferentes segmentos de la población se han visto afectados por la pandemia. Y la evidencia es clara sobre que el virus ha ampliado las diferencias ya existentes entre profesionales especializados, trabajadores con salarios bajos y jóvenes.

Comienzo con los más afortunados. Muchos profesionales pueden trabajar fácilmente en casa, reemplazando reuniones individuales por llamadas telefónicas y reuniones grupales por reuniones con Zoom o Hangouts de Google. Estos "Zoomers" están percibiendo mayoritariamente el salario completo por su trabajo y actualmente se están ahorrando el viaje diario. Para ellos, el cierre por la pandemia puede ser un inconveniente (especialmente si tienen hijos), pero no supone una amenaza para su nivel de vida.

Para muchos otros, sin embargo, la pandemia es una seria amenaza. Algunos son trabajadores esenciales, tienen que asistir a sus trabajos y se encuentran en una situación de mayor riesgo por el virus. Otros no pueden trabajar desde casa y han perdido sus empleos o han visto como sus ingresos eran recortados (a pesar de las ayudas contempladas en los planes gubernamentales). Muchos en este grupo ya estaban en una posición más débil que los Zoomers, puesto que realizaban desde antes trabajos con salarios más bajos o con menos seguridad.

Algunas personas en este grupo menos afortunado pueden ser llamadas los "ceros". En Gran Bretaña, casi tres cuartas partes de los que ahora tienen contratos de cero horas son trabajadores esenciales o trabajan en sectores que han tenido que parar, explica Resolution Foundation, un grupo de expertos.

Otra pista sobre el prejuicio que ha podido causar en aquellos que tienen salarios bajos, viene de las últimas cifras de nóminas estadounidenses no agrícolas. Los ingresos medios por hora aumentaron un 4,7% en abril, la mayor ganancia mensual registrada. Parece una buena noticia, pero no lo es. Es el resultado de la pérdida de empleo por parte de trabajadores con salarios bajos en sectores como la hostelería. Se puede observar la misma tendencia en Gran Bretaña, donde el salario medio en aquellos sectores que han tenido que parar es menos de la mitad del que perciben los que trabajan en casa, según la propia Resolution Foundation.

Las tasas de mortalidad hacen que las noticias sean aún más desalentadoras. Los peor pagados (y las minorías étnicas) son los que más han sufrido. Las cifras de la Office for National Statistics de Gran Bretaña muestran que las tasas de mortalidad de los guardias de seguridad, los trabajadores dedicados a los cuidados y los conductores de autobuses han sido mucho más altas que la media, mientras que aquellos con "ocupaciones profesionales" han tenido tasas de mortalidad muy por debajo de la media.

Se puede observar otra gran división entre los que ya están bien asentados en el mercado laboral y la Generación Z -los nacidos a finales de la década de 1990 y principios de la década de 2000, que ahora están llegando a la mayoría de edad-. Estos últimos están entrando en un mercado laboral extremadamente hostil para sus expectativas. Según el Institute for Fiscal Studies, otro grupo de expertos, alrededor del 30% de los empleados británicos menores de 25 años trabajaban en uno de los sectores que han tenido que parar su actividad, en comparación con el 13% de los mayores de 25 años.

Aquellos que se encuentran en la etapa de formación universitaria también se ven gravemente afectados. Para empezar, es más difícil conseguir experiencia laboral. En Estados Unidos, el 22% de las empresas han cancelado las ofertas de prácticas, según la National Association of Colleges and Employers. Durante la primera semana de mayo, se publicaron poco menos de 2.500 prácticas en Monster.com, una página web de selección, en comparación con las más de 18.000 ofertas publicadas durante la misma semana del año pasado. Muchas de las prácticas que se publicaron tenían que ver con roles que podían ser desarrollados en remoto. En Gran Bretaña, las empresas han reducido los empleos de nivel básico en un 23%, afirma el Institute of Student Employers, una asociación de reclutadores.

El impacto de la pandemia a corto plazo dejará cicatrices a largo plazo. La Resolution Foundation estima que debido a la pandemia aquellos que terminen su formación este año tendrán menos probabilidades de tener trabajo durante un período de tres años. La probabilidad de tener un empleo disminuiría en un 13% en el caso de los graduados y en un 37% entre aquellos que tengan menos cualificación.

El efecto podría durar hasta la década de 2030. Un estudio sobre el efecto que tienen las recesiones para los trabajadores más jóvenes, realizado por Bart Cockx de la Universidad de Gante en Bélgica, descubrió que los grupos que ingresan al mercado laboral durante una recesión tardan unos diez años en ponerse al día con los grupos que lo hicieron en épocas mejores.

Al menos los jóvenes son mucho menos propensos a sufrir síntomas graves del virus que las generaciones más mayores. Sin embargo, el golpe económico llega en un momento en el que muchos ya se preocupaban por la carga de la deuda estudiantil y por la falta de empleos bien remunerados: una encuesta realizada el año pasado por Deloitte encontró que un tercio de las personas de la Generación Z que planeaban cambiar de trabajo consideraban que no había suficientes oportunidades para avanzar en sus carreras.

Que los mal pagados y los jóvenes son los más afectados económicamente por la pandemia es un oscuro eco de un pasaje de la Biblia del rey Jacobo: " Más al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado ". Las consecuencias sociales y políticas pueden ser enormes.

 

"Zoomers, zeros and Gen Z". The Economist, 23/05/2020 (Artículo consultado online el 10/06/2020).

Acceso a la noticia: https://www.economist.com/business/2020/05/23/zoomers-zeros-and-gen-z

 

 

Articles relacionats / Artículos relacionados

Dónde trabajarán los graduados cuando la crisis se complique
El difícil salto de las prácticas al empleo por culpa del covid
Por qué los 'Z' revolucionarán el modelo de trabajo