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España se encuentra desbordada para ofrecer trabajo a los nuevos inmigrantes

El paro creció entre la población inmigrante en 2006. Según un informe, se debe a que la llegada de extranjeros excede de la capacidad de absorción en España. La ETT también señala la inestabilidad laboral y la rígida legislación laboral como problemáticas.

Dos de cada tres puestos de trabajo creados el pasado año, 700.000 en total, fueron obtenidos por trabajadores foráneos, pero este esfuerzo fue inútil para dar ocupación un colectivo en el que el desempleo creció un 42% respecto a 2005.

En total, los inmigrantes en paro ascienden a 372.000, cifra que también es un máximo histórico y que equivale al 20,5% del conjunto de desempleados existentes en España tras aumentar 6 puntos en un año, según el Indicador Laboral de Comunidades Autónomas (ILCA) elaborado por IESE-Adecco.

Así, mientras que en 2005 uno de cada siete parados en España era inmigrante, en 2006 la proporción se ha reducido a uno de cada cinco, lo que, según Adecco, podría significar que "la llegada de extranjeros excede de la capacidad de absorción" de la economía española.

Sin embargo, según el informe, la tasa de desempleo general "se está estabilizando" en un rango de entre el 8% y el 9%, valores en los que ha fluctuado la tasa en los últimos seis trimestres hasta acabar el año en el 8,3%.

Por otra parte, los trabajadores inmigrantes en España están cerca de alcanzar la cifra de tres millones de ocupados gracias a que su número no ha parado de crecer en la última década. En total, el crecimiento del empleo entre los extranjeros fue del 19,9%, 15 veces mayor que el 1,3% de los españoles.

El ILCA confirma una desaceleración del empleo, porque a pesar de la creación de 687.500 empleos el año pasado y el máximo histórico de 20 millones de ocupados, el incremento interanual del empleo, un 3,6%, fue el más bajo de los últimos nueve trimestres.

La temporalidad no se reduce

La inestabilidad laboral es otro problema en España. A pesar de la última reforma para combatirla, la tasa de temporalidad cerró 2006 en el 33,8%, el mismo nivel que un año antes. La nueva Ley "no ha tenido efectos evidentes", según el ILCA. Hasta diciembre de 2006 ya han sido 14 los trimestres consecutivos en los que esta variable no ha experimentado ninguna reducción.

En cualquier caso, todo apunta según el informe a que la temporalidad se reducirá medio punto en el primer trimestre de 2007, hasta el 32,8%, y ocho décimas en el segundo, situándose a finales de junio en el 33,6%.

Adecco asegura que a pesar de haber contado con un "fuerte crecimiento económico" para que la tasa de paro alcanzara su nivel más bajo en 25 años, España no podría igualar los valores de Estados Unidos y Reino Unido, alrededor del 5%, si no "flexibiliza" su legislación laboral, actualmente la segunda más rígida, tras Grecia, de los países desarrollados, de acuerdo con la clasificación del Banco Mundial.

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Así, mientras que en 2005 uno de cada siete parados en España era inmigrante, en 2006 la proporción se ha reducido a uno de cada cinco, lo que, según Adecco, podría significar que "la llegada de extranjeros excede de la capacidad de absorción" de la economía española.

Sin embargo, según el informe, la tasa de desempleo general "se está estabilizando" en un rango de entre el 8% y el 9%, valores en los que ha fluctuado la tasa en los últimos seis trimestres hasta acabar el año en el 8,3%.

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