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A España se le bajan los humos

La España que ha decidido reducir el tabaquismo cumple un mes y podrá celebrarlo satisfecha del esfuerzo, sin traumas y mayoritariamente. La normativa se cumple ampliamente y sin grandes conflictos en el ámbito laboral y el comercial.

La normalidad se ha impuesto al catastrofismo en la aplicación y cumplimiento de la ley que restringe la publicidad, venta y consumo de tabaco. La normativa se cumple ampliamente y sin grandes conflictos en el ámbito laboral y el comercial, y el debate se centra en los bares y los restaurantes, debido a que la ley no afecta a la mayoría (los menores de 100 m2)y sólo una minoría ha optado por declararse espacios sin humo.

"El primer mes ha ido bien, gracias al esfuerzo de muchos. Confirma que la población, fumadora y no fumadora, da un amplio apoyo a la ley y que, contrariamente a lo que algunos pronosticaban, no es una ley contra nadie ni genera graves conflictos", asegura Antoni Plasència, director de Salut Pública de la Generalitat de Catalunya.

"La ley se aplica con normalidad, no genera conflictividad, aunque haya problemas puntuales", corrobora Xavier Ibars, director de relaciones laborales de la patronal Foment del Treball. Lo mismo apunta Neus Moreno, responsable de salud laboral del sindicato CC. OO. Pese al compromiso y la buena voluntad de la mayoría de los empresarios y trabajadores, lo que sí suscita la ley son muchas dudas, explica Salvador del Rey, abogado del bufete Cuatrecasas, que recibe múltiples consultas de empresas.

Del Rey, Ibars y Moreno advierten que el debate no ha hecho más que empezar, porque la ley seguramente dará pie en los próximos años a mil y un litigios, según la experiencia de lo que ocurre en países como Estados Unidos. Por ello, Ibars pide a la Administración que aclare puntos inconcretos, como las inspecciones y las sanciones. "Es un nuevo marco para muchos años, por lo que hay que pactar condiciones para evitar el máximo de conflictos", agrega Moreno.

De momento, muchos trabajadores expresan su deseo de dejar el tabaco, según el portavoz de Foment. Y, quien menos, ha reducido el consumo, aunque salga a fumar fuera durante la jornada laboral. Los médicos de familia constatan un aumento de consultas de fumadores que quieren dejar el hábito, indica Joan Lozano, coordinador del grupo de tabaquismo de la Societat de Médicos de Familia. Salut ha cifrado ese aumento entre el 15% y 27% y el de venta de terapias de deshabituación en farmacias en un 30%. La ministra de Sanidad confía en reducir en un 5% el porcentaje de población fumadora en dos años. En Italia, un año después de estrenar una ley más estricta, han dejado de fumar 500.000 personas (un 1%), y las ventas de cigarrillos bajaron un 5,7% en el 2005.

"En España la ley ha empezado con un clima positivo. Nada es tan complicado como se auguraba", asegura Joan Ramon Villalbí, presidente del comité asesor de tabaquismo de la Generalitat, que el martes revisó cómo se aplica la ley. La conclusión fue que bien, con algunas sombras, como el malestar de quienes vendían tabaco y ahora no pueden (quioscos, gasolineras, tiendas de alimentación). La Asociación de Empresarios de Tabaco no ha hecho balance, aunque además de la nueva ley debe digerir el incremento fiscal decidido por el Gobierno y la guerra de marcas baratas y precios iniciada entre compañías.

De los lugares donde se prohíbe fumar, Villalbí subrayó que el gran cambio se nota en los centros de trabajo. Salut ha hecho 169 inspecciones, casi todas donde se detectó más incumplimiento: supermercados, estaciones de servicio y panaderías con degustación. En éstas no se puede fumar -algunas lo permitían al ser locales menores de 100m2-. No hay multas, pero Plasència advierte de que en adelante sí se empezarán a abrir expedientes sancionadores.

El comité asesor constató que se fuma donde no se debe en algunas facultades universitarias e institutos. En Letras de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), un día el encargado del bar cerró las luces para forzar a los fumadores a apagar los cigarrillos. "Hay incumplimiento en un par de bares del campus, pero se ha ido reduciendo", precisa Gustau Folch, gerente de la UAB. Daniel Sáinz, delegado del rector para salud en la Universitat de Barcelona (UB), dice que se fuma en patios creyéndolo correcto -no lo es en un recinto educativo-. Ambas instituciones reforzarán la información. LaUBse propone impulsar un plan de deshabituación para profesores y alumnos, ayudando a financiar terapias en lo posible.

Bares y restaurantes son el refugio del fumador: de 16 en un área reducida del Eixample barcelonés, nueve permiten fumar y tres no. Cuatro no lo indican -Salut afirma que la rotulación se cumple en un 95%, aunque prepara un decreto específico-. Aunque la ley se planteara no ser drástica con los locales de ocio, los no fumadores expresan su decepción por tan poco local sin humos. El mismo José Luis Rodríguez Zapatero advirtió días atrás de que en el futuro puede haber "una actitud más contundente". Plasència admite que la aplicación de la ley evidencia, por ejemplo, controversias laborales -camareros que no pueden fumar pero deben servir en locales donde se fuma-. Salut mantiene su idea de dar este año de plazo a los empresarios para ver si se da una oferta significativa de locales sin humo. Si no es así, no descarta prohibir fumar en todos.

El Gremi de Restauració barcelonés reivindicó que los dueños de los negocios puedan elegir si en el suyo se fuma o no. Ahora, muchos restauradores dicen que preferirían tener seguridad jurídica. Es decir, que la ley hubiera dictado que eran de fumadores o no, explica Xavier Ibars.

Los pocos locales pequeños que se han declarado sin humo se lamentan de que son los únicos en su entorno o de que los clientes fumadores son beligerantes. Eduardo, del Central Café, un local de Barcelona, explica que la facturación bajó estas semanas un 30%. Consecuencia: el local vuelve a permitir fumar. Los juicios son diversos. Hay bares de fumadores que dicen ganar clientes, al ir más oficinistas a fumar. Restaurantes como Piper´s Tavern o Aixopluc, que han optado por ser de no fumadores, aunque superan los 100 m2, por la inviabilidad de habilitar el área de fumadores separada que dicta la ley, aseguran que no han perdido clientela. En Balthazar, otro sin humo, afirman que al mediodía les va mejor que por la noche. A los restaurantes les va mejor que a los que despachan más cafés y bebidas. El histórico Zurich es una excepción. "No hemos tenido pérdida de clientes", dice Esteban, su encargado. El uso de las terrazas como área de fumadores es para muchos una salida.

Restaurantes de paseo de Gràcia, con zona de fumadores como Quasi Queviures, Citrus o Tapa tapa, aseguran que no han perdido clientes y que ya se reserva zona. Los locales grandes también reclaman seguridad jurídica en el sentido de que temen invertir en obras para habilitar la zona de fumadores y que luego la Generalitat -e igual en otras autonomías- cambie las condiciones o prohíba fumar en todos los locales. Empresarios de áreas turísticas y de ocio abanderan la queja, agregando que hay poco tiempo para las obras (hasta el 1 de septiembre).


QUEJAS

Una parte de los quiosqueros españoles hará hoy huelga y concentraciones para reivindicar seguir vendiendo tabaco. Junto a gasolineras o supermercados, aseguran que no venderlo provocará la pérdida de 25.000 empleos. Los estanqueros también están quejosos, pero con las estrategias de las tabaqueras, como la bajada de precios de Philip Morris, y quieren que el Gobierno fije unos mínimos.


Cuestiones que debatir

DÓNDE FUMAR. No se puede en ventanas ni balcones, ni en espacios comunes exteriores de un edificio si no lo autoriza el dueño (no está obligado a hacerlo). Otra consulta que ha recibido el abogado Salvador del Rey es: ¿Se puede fumar en un área al aire libre pero entoldada? Sí, pero depende de cómo sea. Un empresario puede prohibir fumar en la puerta de la empresa, por ejemplo, si daña la imagen.

DEJAR SALIR O NO. El empresario no está obligado a arbitrar pausas para fumar (la patronal lo desaconseja). Pero Del Rey sostiene que tampoco puede prohibir a los empleados que salgan fuera a fumar en los descansos ya establecidos.

¿RIESGO LABORAL? Según fuentes empresariales, los inspectores de Trabajo dicen que la ley no entra en sus funciones, sino en las de Sanidad. Del Rey cree que la inspección de Trabajo acabará actuando y sancionando, y no sólo según la ley del Tabaco, sino por considerarse el tabaquismo pasivo un riesgo laboral.

CAMAREROS AHUMADOS. Alegando ese riesgo laboral y no la ley del Tabaco, podrían aparecer demandas de camareros por tener que servir en un local de fumadores.

DISCRIMINACIÓN. Del Rey sostiene que según la normativa vigente en España no se puede contratar o despedir por ser fumador, aunque estudios de EE. UU. afirman que un fumador sale un 30% más caro (4.000 dólares al año) al empresario por problemas de salud. El abogado augura un gran debate en estos aspectos.

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MartaRicart , (La Vanguardia)

MartaRicart , (La Vanguardia)

La España que ha decidido reducir el tabaquismo cumple un mes y podrá celebrarlo satisfecha del esfuerzo, sin traumas y mayoritariamente. La normativa se cumple ampliamente y sin grandes conflictos en el ámbito laboral y el comercial.

La normalidad se ha impuesto al catastrofismo en la aplicación y cumplimiento de la ley que restringe la publicidad, venta y consumo de tabaco. La normativa se cumple ampliamente y sin grandes conflictos en el ámbito laboral y el comercial, y el debate se centra en los bares y los restaurantes, debido a que la ley no afecta a la mayoría (los menores de 100 m2)y sólo una minoría ha optado por declararse espacios sin humo.

"El primer mes ha ido bien, gracias al esfuerzo de muchos. Confirma que la población, fumadora y no fumadora, da un amplio apoyo a la ley y que, contrariamente a lo que algunos pronosticaban, no es una ley contra nadie ni genera graves conflictos", asegura Antoni Plasència, director de Salut Pública de la Generalitat de Catalunya.

"La ley se aplica con normalidad, no genera conflictividad, aunque haya problemas puntuales", corrobora Xavier Ibars, director de relaciones laborales de la patronal Foment del Treball. Lo mismo apunta Neus Moreno, responsable de salud laboral del sindicato CC. OO. Pese al compromiso y la buena voluntad de la mayoría de los empresarios y trabajadores, lo que sí suscita la ley son muchas dudas, explica Salvador del Rey, abogado del bufete Cuatrecasas, que recibe múltiples consultas de empresas.

Del Rey, Ibars y Moreno advierten que el debate no ha hecho más que empezar, porque la ley seguramente dará pie en los próximos años a mil y un litigios, según la experiencia de lo que ocurre en países como Estados Unidos. Por ello, Ibars pide a la Administración que aclare puntos inconcretos, como las inspecciones y las sanciones. "Es un nuevo marco para muchos años, por lo que hay que pactar condiciones para evitar el máximo de conflictos", agrega Moreno.

De momento, muchos trabajadores expresan su deseo de dejar el tabaco, según el portavoz de Foment. Y, quien menos, ha reducido el consumo, aunque salga a fumar fuera durante la jornada laboral. Los médicos de familia constatan un aumento de consultas de fumadores que quieren dejar el hábito, indica Joan Lozano, coordinador del grupo de tabaquismo de la Societat de Médicos de Familia. Salut ha cifrado ese aumento entre el 15% y 27% y el de venta de terapias de deshabituación en farmacias en un 30%. La ministra de Sanidad confía en reducir en un 5% el porcentaje de población fumadora en dos años. En Italia, un año después de estrenar una ley más estricta, han dejado de fumar 500.000 personas (un 1%), y las ventas de cigarrillos bajaron un 5,7% en el 2005.

"En España la ley ha empezado con un clima positivo. Nada es tan complicado como se auguraba", asegura Joan Ramon Villalbí, presidente del comité asesor de tabaquismo de la Generalitat, que el martes revisó cómo se aplica la ley. La conclusión fue que bien, con algunas sombras, como el malestar de quienes vendían tabaco y ahora no pueden (quioscos, gasolineras, tiendas de alimentación). La Asociación de Empresarios de Tabaco no ha hecho balance, aunque además de la nueva ley debe digerir el incremento fiscal decidido por el Gobierno y la guerra de marcas baratas y precios iniciada entre compañías.

De los lugares donde se prohíbe fumar, Villalbí subrayó que el gran cambio se nota en los centros de trabajo. Salut ha hecho 169 inspecciones, casi todas donde se detectó más incumplimiento: supermercados, estaciones de servicio y panaderías con degustación. En éstas no se puede fumar -algunas lo permitían al ser locales menores de 100m2-. No hay multas, pero Plasència advierte de que en adelante sí se empezarán a abrir expedientes sancionadores.

El comité asesor constató que se fuma donde no se debe en algunas facultades universitarias e institutos. En Letras de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), un día el encargado del bar cerró las luces para forzar a los fumadores a apagar los cigarrillos. "Hay incumplimiento en un par de bares del campus, pero se ha ido reduciendo", precisa Gustau Folch, gerente de la UAB. Daniel Sáinz, delegado del rector para salud en la Universitat de Barcelona (UB), dice que se fuma en patios creyéndolo correcto -no lo es en un recinto educativo-. Ambas instituciones reforzarán la información. LaUBse propone impulsar un plan de deshabituación para profesores y alumnos, ayudando a financiar terapias en lo posible.

Bares y restaurantes son el refugio del fumador: de 16 en un área reducida del Eixample barcelonés, nueve permiten fumar y tres no. Cuatro no lo indican -Salut afirma que la rotulación se cumple en un 95%, aunque prepara un decreto específico-. Aunque la ley se planteara no ser drástica con los locales de ocio, los no fumadores expresan su decepción por tan poco local sin humos. El mismo José Luis Rodríguez Zapatero advirtió días atrás de que en el futuro puede haber "una actitud más contundente". Plasència admite que la aplicación de la ley evidencia, por ejemplo, controversias laborales -camareros que no pueden fumar pero deben servir en locales donde se fuma-. Salut mantiene su idea de dar este año de plazo a los empresarios para ver si se da una oferta significativa de locales sin humo. Si no es así, no descarta prohibir fumar en todos.

El Gremi de Restauració barcelonés reivindicó que los dueños de los negocios puedan elegir si en el suyo se fuma o no. Ahora, muchos restauradores dicen que preferirían tener seguridad jurídica. Es decir, que la ley hubiera dictado que eran de fumadores o no, explica Xavier Ibars.

Los pocos locales pequeños que se han declarado sin humo se lamentan de que son los únicos en su entorno o de que los clientes fumadores son beligerantes. Eduardo, del Central Café, un local de Barcelona, explica que la facturación bajó estas semanas un 30%. Consecuencia: el local vuelve a permitir fumar. Los juicios son diversos. Hay bares de fumadores que dicen ganar clientes, al ir más oficinistas a fumar. Restaurantes como Piper´s Tavern o Aixopluc, que han optado por ser de no fumadores, aunque superan los 100 m2, por la inviabilidad de habilitar el área de fumadores separada que dicta la ley, aseguran que no han perdido clientela. En Balthazar, otro sin humo, afirman que al mediodía les va mejor que por la noche. A los restaurantes les va mejor que a los que despachan más cafés y bebidas. El histórico Zurich es una excepción. "No hemos tenido pérdida de clientes", dice Esteban, su encargado. El uso de las terrazas como área de fumadores es para muchos una salida.

Restaurantes de paseo de Gràcia, con zona de fumadores como Quasi Queviures, Citrus o Tapa tapa, aseguran que no han perdido clientes y que ya se reserva zona. Los locales grandes también reclaman seguridad jurídica en el sentido de que temen invertir en obras para habilitar la zona de fumadores y que luego la Generalitat -e igual en otras autonomías- cambie las condiciones o prohíba fumar en todos los locales. Empresarios de áreas turísticas y de ocio abanderan la queja, agregando que hay poco tiempo para las obras (hasta el 1 de septiembre).


QUEJAS

Una parte de los quiosqueros españoles hará hoy huelga y concentraciones para reivindicar seguir vendiendo tabaco. Junto a gasolineras o supermercados, aseguran que no venderlo provocará la pérdida de 25.000 empleos. Los estanqueros también están quejosos, pero con las estrategias de las tabaqueras, como la bajada de precios de Philip Morris, y quieren que el Gobierno fije unos mínimos.


Cuestiones que debatir

DÓNDE FUMAR. No se puede en ventanas ni balcones, ni en espacios comunes exteriores de un edificio si no lo autoriza el dueño (no está obligado a hacerlo). Otra consulta que ha recibido el abogado Salvador del Rey es: ¿Se puede fumar en un área al aire libre pero entoldada? Sí, pero depende de cómo sea. Un empresario puede prohibir fumar en la puerta de la empresa, por ejemplo, si daña la imagen.

DEJAR SALIR O NO. El empresario no está obligado a arbitrar pausas para fumar (la patronal lo desaconseja). Pero Del Rey sostiene que tampoco puede prohibir a los empleados que salgan fuera a fumar en los descansos ya establecidos.

¿RIESGO LABORAL? Según fuentes empresariales, los inspectores de Trabajo dicen que la ley no entra en sus funciones, sino en las de Sanidad. Del Rey cree que la inspección de Trabajo acabará actuando y sancionando, y no sólo según la ley del Tabaco, sino por considerarse el tabaquismo pasivo un riesgo laboral.

CAMAREROS AHUMADOS. Alegando ese riesgo laboral y no la ley del Tabaco, podrían aparecer demandas de camareros por tener que servir en un local de fumadores.

DISCRIMINACIÓN. Del Rey sostiene que según la normativa vigente en España no se puede contratar o despedir por ser fumador, aunque estudios de EE. UU. afirman que un fumador sale un 30% más caro (4.000 dólares al año) al empresario por problemas de salud. El abogado augura un gran debate en estos aspectos.

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