El Consell del Tabaquisme cuestiona que se sancione
"Una ley como la del Tabaco no se puede hacer cumplir a golpe de sanción. Se cumplirá sólo si la mayoría de ciudadanos está convencida de su utilidad y desea cumplirla", asegura Joan Ramon Villalbí, médico y presidente del Consell Assessor de Tabaquisme de la Generalitat. Este organismo analizará este mes la ley y su cumplimiento y recomendará si Catalunya debe o no aprobar una normativa propia y complementaria y que obligue a todos los bares y restaurantes de menos de 100 metros cuadrados a ser espacios sin humo.
Villalbí apunta que la ley tiene un gran eco social, por lo que no se puede aplicar a la fuerza. Pero está satisfecho porque ha sido bien recibida y tiene un elevado cumplimiento en estos primeros días. "Aunque se indicaba que sería muy conflictiva, la gente la ha aceptado bien e incluso muchos fumadores señalan que no ven mal que les ayude a reducir el consumo de tabaco", apunta.
A finales de mes, el consejo asesor de la Generalitat analizará la ley y ese cumplimiento. Villalbí avanza que "tiene bastante lógica" que Salut proponga una normativa que desarrolle la impulsada desde el Ministerio de Sanidad, porque la normativa catalana es de 1985 y 1991 y la nueva ley es general y no entra al detalle en aspectos que son competencia de las autonomías, como la inspección y el proceso sancionador.
Si el consejo recomienda una ley catalana, según Villalbí, ésta aún tardará. No quiere avanzar si obligará a bares y restaurantes pequeños a ser espacios sin humo. Villalbí reconoce que la ley estatal "sólo abre el camino" a los espacios sin humo en locales de ocio. Pero, ante el hecho de que un 80% ha decidido mantenerse como de fumadores, recuerda que "hay que pensar de donde partíamos: hasta hace poco aquí se fumaba a espuertas y en todas partes". Según él, "es distinto pasar la jornada laboral respirando humo que hacerlo un rato en un bar o restaurante donde, además, se acude de manera opcional". De todos modos, este reputado experto en tabaquismo en toda España espera que en los próximos meses haya un goteo de locales que se vayan convirtiendo en sin humo. "Ya es una grata sorpresa - dice- ver cómo cafeterías conocidas, cadenas de restauración y otros locales grandes optan por ser espacios sin humo, a veces haciendo un inteligente uso de la terraza".
De la ley, Villalbí destaca la prohibición de la publicidad, las restricciones de la venta y la extensión de espacios sin humo "de forma rotunda en el trabajo y abriendo la puerta al ocio". En cuanto a si la sanidad pública debería sufragar los tratamientos para dejar de fumar, "toda ayuda a un fumador que quiera dejar el hábito es positiva", dice, aunque subraya que en ningún país se sufraga por entero. En Catalunya, por ejemplo, Salut aconseja por teléfono y también aconsejan gratuitamente las farmacias, los médicos de cabecera y los centros de deshabituación tabáquica. La Generalitat paga la deshabituación de un colectivo ejemplarizante, como es el personal sanitario, docentes y los funcionarios, y algunas empresas también ayudan a sus trabajadores.
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Villalbí apunta que la ley tiene un gran eco social, por lo que no se puede aplicar a la fuerza. Pero está satisfecho porque ha sido bien recibida y tiene un elevado cumplimiento en estos primeros días. "Aunque se indicaba que sería muy conflictiva, la gente la ha aceptado bien e incluso muchos fumadores señalan que no ven mal que les ayude a reducir el consumo de tabaco", apunta.
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