Esperando la llamada que no llega

En los días posteriores a la entrevista de trabajo, mientras la empresa decide quién continúa en el proceso de selección, el candidato no tiene por qué aguardar de forma pasiva. Por ejemplo, pocas personas llaman interesándose por el estado de su candidatura: hacerlo ayuda a diferenciarse.

Decenas, quizá cientos, de currículum enviados. Y por fin llega el ansiado momento: la entrevista de trabajo. El seleccionador nos despide con un ambiguo “te llamaremos”. Pasan los días, y el teléfono no suena. El seleccionador no da señales de vida, y el candidato se pone nervioso. ¿Por qué no me llaman? ¿Debería llamar yo? Un dilema que resultará familiar para muchas personas en busca de empleo.

Para empezar, ya durante la entrevista debe preguntarse al entrevistador cuándo habrá novedades sobre el proceso y, por tanto, cuándo puede llamar el candidato para interesarse por el estado del mismo. “En la mayoría de las ocasiones ni los seleccionadores sabemos con certeza cuándo habrá respuesta, pero si el candidato lo pregunta se le dará la fecha más aproximada posible y eso le ayudará a reducir su estado de ansiedad a la espera de una respuesta que quizá tarde semanas en llegar”, apunta Víctor Carulla, socio director de Headway Executive Search. Antes de irse, conviene tener claro además el nombre y el cargo de la persona que ha hecho la entrevista, para contactarlo directamente cuando llegue el momento. Dentro de las 24 horas posteriores a la entrevista, se puede enviar al seleccionador un breve e-mail de agradecimiento: en él el candidato debe recordarle su nombre y la fecha de la entrevista, agradecer el encuentro y, si se considera oportuno, incluso añadir alguna información extra. “Los candidatos que han olvidado mencionar en la entrevista ciertos puntos, experiencias o datos que pueden aportar valor a su candidatura, es recomendable que envíen este tipo de correo y aprovechen para mencionarlos”, apunta Carulla, que asegura que apenas un 5% de los candidatos escribe esta clase de correos.

Cuando, pasados 10-15 días después de la entrevista, aún no hay noticias sobre el estado del proceso, llega el momento crítico: la llamada de seguimiento. Una opción es escribir un nuevo e-mail preguntando por la situación de la candidatura, aunque lo más efectivo es el teléfono. “De este modo, el entrevistador también podrá recordar la voz del candidato, que debe mostrarse siempre elegante y mantener las formas, sin caer en la ansiedad ni hacerse pesado”, recomienda Elena García Pont, de EGP Consultoría de Recursos Humanos.

Según García Pont, hasta el 90% de los candidatos no hace ningún tipo de seguimiento posterior a las entrevistas de empleo “por timidez o por no molestar”. Maite Piera, autora del libro Buscar trabajo para dummies, asegura que durante su etapa de responsable de selección de una gran compañía sólo recibía unas tres llamadas al año de candidatos interesándose por el estado del proceso, a pesar de que este tema es uno de los más preguntados en su blog CoachingVirtual. net. El motivo, en su opinión, es que “los candidatos se sienten tan inferiores a las empresas que les da pudor preguntar”.

Pero, precisamente porque es poco habitual, hacer seguimiento postentrevista no sólo ayuda a aplacar los ánimos del candidato, sino que también le otorga una cierta diferenciación a ojos del seleccionador. “Actualmente –destaca García Pont–, se selecciona a los candidatos no sólo por su competencia técnica sino también por sus habilidades sociales, y una persona que se interesa por la evolución del proceso de selección está también demostrando su competencia social”. De hecho, esta consultora de relaciones humanas asegura que en alguna ocasión el interés mostrado por un candidato tras la entrevista ha servido de elemento para decantarse a su favor frente a otros candidatos técnicamente similares.

En el caso de los candidatos para puestos ejecutivos, la situación cambia ligeramente. “Los directivos han estado menos acostumbrados a hacer llamadas, pero dependerá de la situación en la que se encuentren y las ganas de entrar en ese proyecto que tengan –explica Víctor Carulla, de Headway–. En cualquier caso, ningún cazatalentos que se precie cambiaría su opinión sobre un candidato por recibir una llamada de seguimiento”.

5 consejos postentrevista

1. Tener claro el nombre y cargo de la persona que hace la entrevista de selección, para preguntar directamente por ella en el futuro. Antes de irse, preguntarle cuándo habrá novedades.

2. Durante las 24 horas posteriores, enviar un breve correo al entrevistador agradeciéndole el encuentro y recordando, a modo de resumen, un par de puntos destacados de la candidatura.

3. Si durante la entrevista se olvidó mencionar algún dato relevante para el puesto, como por ejemplo alguna experiencia profesional, se puede mencionar en el correo de agradecimiento.

4. Pasados 10-15 días tras la entrevista, si no hay noticias el candidato puede contactar de nuevo con el entrevistador, ya sea por e-mail o, preferentemente, por teléfono.

5. Cuando se llame a la empresa, preguntar directamente por el nombre del seleccionador; si no está localizable, es mejor llamar en otro momento. Mostrarse directo, nunca pesado.

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