Hoy en día las empresas no sólo ponen el foco en las competencias profesionales de las personas candidatas y la experiencia que las avala, también las buscan con habilidades sociales que posibiliten una mayor capacidad de adaptación a las diferentes situaciones. Es decir, contratan teniendo en cuenta no sólo hard skills, sino también soft skills. Las habilidades suaves marcarán la diferencia en el mercado laboral del futuro, teniendo en cuenta que la Inteligencia Artificial y la robotización cogerán más protagonismo.

En relación con las competencias suaves, se debe tener presente entre otras cosas que:

• Son una parte importante de la contribución del/de la trabajador/a al éxito de la organización. Sin embargo, se deben complementar necesariamente con hard skills para asegurar que las diferentes tareas se desarrollan con garantías. 
• Forman parte de la personalidad o forma de ser de cada uno. Aunque se pueden entrenar, no hay garantías de que se acaben adquiriendo. 
• Algunos ejemplos de soft skills son la empatía, la gestión del tiempo, la elocuencia, el trabajo en equipo, el liderazgo, la paciencia, la flexibilidad, la capacidad de resolver problemas y de adaptarse a los cambios y la facilidad para socializar y para la escucha activa. Se trata, pues, de habilidades que pueden ser útiles en la realización de cualquier trabajo. Sin embargo, "cada puesto de trabajo necesita un mayor o menor nivel de concentración de hard o de soft skills".

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