Con tan sólo tres clics puedes saber los defectos y las virtudes del hotel donde dormirás en tu próximo viaje, gracias a herramientas tan poderosas como TripAdvisor. Todavía mejor: las valoraciones de otros usuarios te ayudan a decidirte por un hotel u otro. ¿Te imaginas poder hacer lo mismo con tu próximo trabajo? Este es el concepto que hay detrás de Glassdoor, un portal de valoraciones de empresas hechas de forma anónima por sus empleados y exempleados.
Glassdoor, “puerta de cristal” en castellano, nació el 2007 en los Estados Unidos con la idea de llevar la ‘transparencia’ a los procesos de selección y a las políticas de personas en las organizaciones. En su web hay ofertas de trabajo de todo tipo, a pesar de que en menor cantidad y más difíciles de filtrar que en otros redes de trabajo como Infojobs o LinkedIn.
Su punto fuerte es que coloca a la persona que busca trabajo y al responsable del proceso de selección en condiciones más igualitarias. La persona podrá ver no sólo la descripción del trabajo o los “motivos para trabajar con nosotros” que escribe la propia empresa sino que, además, y gracias a la contribución de empleados y exempleados, podrá saber qué salarios se ofrecen según el cargo, leer opiniones sobre la empresa como lugar para trabajar o ver la valoración global (una puntuación sobre 5).
Incluso podrá consultar estadísticas sobre las entrevistas de trabajo: si es fácil o difícil conseguir una y si la experiencia en general resulta positiva. Hay valoraciones cualitativas también de las entrevistas, donde los usuarios explican qué preguntas les han planteado o cómo se han sentido.
Una vez recogida toda la información, el usuario puede valorar si le interesa inscribirse en una oferta de trabajo de la empresa en cuestión o no, en función de si le ha gustado lo que ha leído. Si decide hacerlo, el proceso es similar al que se sigue en cualquier portal de trabajo: hay que tener un perfil creado con el Currículum Vitae actualizado, cuanto más atractivo mejor.
Pero lo que más sorprende de Glassdoor, teniendo en cuenta su funcionamiento y su origen norteamericano, es que no sólo hay críticas de grandes multinacionales, sino de todo tipo de organizaciones medianas o grandes, y también de ámbito catalán. Los usuarios de Glassdoor en 2015 ya sumaban los 30 millones, y provenían de 190 países diferentes.
Como puntos débiles, el principal aspecto que se pone en entredicho de Glassdoor es la fiabilidad de las valoraciones de los usuarios, que como ya hemos dicho son anónimas. Ya se sabe que en la era de Internet y las redes sociales hay usuarios que creen que el anonimato les da poder para decir cualquier cosa, sea verdad o no. Ahora bien, ¿qué porcentaje de las valoraciones de Glassdoor son falsas o injustamente negativas? Difícil de saber, pero a medida que crezca el servicio (es uno de los proyectos de mayor potencial en redes sociales profesionales), lo iremos viendo.
Mientras tanto, un ejercicio recomendable para cualquier directivo, profesional de Comunicación Corporativa y de Recursos Humanos es buscar la empresa donde trabajan en Glassdoor.
Acceso a Glassdoor: https://www.glassdoor.com/index.htm